Nuestra historia comienza a mediados de 1968, cuando César y Daniel Agüero deciden inaugurar una pequeña fábrica de churros en las inmediaciones de la calle O´brien 100 de San José, Guaymallén, Provincia de Mendoza.

 

   La idea de desarrollar la elaboración de churros en Mendoza, surge gracias a la insistencia de un amigo de la familia, que era de Buenos Aires (Don Roberto Marolla), quien insistentemente siempre le preguntaba a César Agüero: ¨César, por qué en Mendoza no hay churros?¨

 

   Tiempo después, en 1969, la idea se llevó a cabo luego de recibir la ayuda del Ingeniero Polletino para construir las máquinas que el mismo César había soñado para tal propósito. Estas máquinas fueron construidas en los talleres mendocinos La Metálica, de Don Julio Rousell, y eran capaces de producir 200 docenas de churros por hora.

Inicialmente, la idea de elaborar churros se había pensado únicamente con el fin de distribuirlos a bares, confiterías, colegios, reparticiones públicas, etc, pero en 1973, Churrico abre sus puertas al público, para que todo aquel que quisiera pudiese comprar churros. Posteriormente y a pedido de nuestros clientes, incorporamos el chocolate como bebida ideal para acompañar los churros que cada vez iban ganando más lugar en el mercado. Este era nuestro slogan: "Churrico, lo come el grande, lo come el chico, le gusta al pobre, le encanta al rico, el auténtico churro con el agujerito al centro para rellenar a gusto¨.

Los años fueron pasando, la empresa siguió creciendo, la familia se fue agrandando, y en la actualidad es la tercera generación de los fundadores quienes llevan el negocio adelante; los hermanos Laura, Julio, Luciana y Facundo Agüero.

 

   Gracias al esfuerzo que hemos realizado durante estos 45 años, Churrico inauguró su nuevo local en la esquina de O´brien y Alberdi de San José el 4 de Octubre de 2013, en el cual hemos incorporado una amplia gama de productos para poder estar cerca de la familia mendocina todo el año.

 

Te esperamos para compartir juntos del mejor sabor!